La marca: asunto en lo natural yespiritual

Esa marca tendrá un componente en lo natural, y en lo espiritual. En lo natural podría ser un chip en el cual estarían todos los datos del individuo, y que les será imprescindible para poder “comprar y vender” (Ap. 13: 17); es decir, realizar cualquier tipo de transacción económica. En ese tiempo, el dinero en metálico habría desaparecido, y sólo funcionaría el llamado “dinero electrónico”. Antecedente de esto último lo tenemos hoy en día con el apogeo de las tarjetas de crédito. Un banquero de Medford, Oregón, dijo lo siguiente: Tarjetas de crédito Curiosamente, la palabra VISA deletreada en tres lenguas de la antigüedad, aporta el valor numérico 666. 


Veámoslo: 


VI: Es seis en latín. 
S: Corresponde a seis en griego. 
A: En la lengua de los caldeos corresponde también con el valor numérico seis. 


Así que VISA sería 666. 


No cabe duda de que esto ya fue planeado de antemano. Larry Gosshorn, uno de los líderes mundiales en materia de computadoras, reveló que cualquiera que tenga y utilice alguna de las tarjetas de crédito tipo 24 horas, instantáneamente está controlado por la supercomputadora apodada la Bestia, la cual está ubicada en Bruselas. 


Pero la tarjeta, en cierto modo, es un paso intermedio hacia la marca, porque por todos es sabido que aquélla tiene varios problemas irresolubles: Se extravía, se puede robar, se puede duplicar, doblar, romper, falsificar. La “solución” sería la implantación de un minúsculo “chip” con toda la información del individuo. A no ser que a éste se le corte la cabeza o la mano derecha, ese sistema es ideal. Como claro precursor, tenemos ya para España el nuevo D.N.I. (Documento Nacional de Identidad) electrónico, que estará para todos los españoles disponible para el 2008. El titular de Interior español manifestó que este nuevo soporte. 


Cuando el Remanente santo sea sacado de aquí, al poco, nadie podrá ni cobrar, ni comprar, ni vender si no tiene el distintivo de la Bestia: La marca o el nombre de la Bestia, o el número de su nombre (Ap. 13: 17) Recuerden; existe un “antes” , y existe un “después”. Condenación eterna Pero eso no será lo peor. El que permita que se le coloque esa marca en su cuerpo, beberá el vino de la ira de Dios, y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero. El humo de su tormento es para siempre, y jamás tendrán reposo, ni de día ni de noche; nadie que haya recibido esa marca (Ap. 14: 9- 11). 


Ese es el componente espiritual. Esto es así porque el que permita que le coloquen la marca, estará automáticamente comprado por el diablo para siempre. En el griego original, la palabra marca, es “charigma” , y viene del verbo “marcar” (como se marca una res). De ahí que etimológicamente otra palabra griega “charax”, similar a la anterior, significa afilar; sacar punta. Esto nos habla de una incisión. Así que, el sentido de poner o colocar una marca en la mano derecha, o en la frente (Ap. 13: 16), es el de: “MARCAR EN RECONOCIMIENTO DE PROPIEDAD”. Por lo tanto, todos aquellos que se dejen impresionar esa marca, implícita y explícitamente pasarán a ser por siempre propiedad del diablo. Serán su propiedad por voluntad propia. La marca y el 666 (Ver Ap. 13: 16-18)


Analicemos el número 666


La cifra 666 implica una centena, seis decenas, y seis unidades. Numéricamente, en griego sería: El primer 6: Chi (la centena) El segundo 6: Xi (las seis decenas) El tercer 6: Sigma (las seis unidades, ya que sigma es la letra dieciocho del alfabeto griego; es decir: 6+ 6+6 = 18. Así pues, puesto que las letras tienen en griego un valor numérico, tenemos que el 666, en términos de vocablo es: CHIXISIGMA, etimológicamente muy parecida a CHARIGMA (marca). 


 El famoso “chip” 


A días de hoy, ya no es tan nuevo el asunto de la implantación del famoso “chip” en el cuerpo del ser humano. Desde hace unos años esa técnica ha ido mejorando, y en estos momentos, un “chip” del tamaño de un grano de arroz, puede ser implantado en un ser humano, y de hecho, muchos ya se han implantado en muchos. Pero, a priori, a nadie le gusta que le “implanten” nada, es natural… a menos que haya una razón poderosa. La siguiente es una noticia que apareció en un rotativo español hace un tiempo: Un científico propone implantar 'chips' en los humanos para facilitar su identificación. 


El científico, que no quiso revelar su nombre, se quedó impactado al llegar a saber que muchos de los bomberos, policías y miembros de los equipos de rescate que acudieron inmediatamente a las Torres Gemelas después del ataque terrorista del 11-S se colocaban antes de entrar en los edificios siniestrados sus números de la Seguridad Social en sus brazos. Esos números, similares a los del carnet de identidad, sirvieron para identificarlos rápidamente y para que el departamento de Bomberos de Nueva York recuperara más de la mitad de los cuerpos de los 343 bomberos fallecidos en el ataque terrorista. 


Sigue diciendo el artículo: Por motivos importantes como el citado, así como por otros más de otra índole (y existe mucha documentación al respecto hoy en día), se está mediatizando a la población mundial para que llegue a aceptar, y aún a pedir que se le implante esa marca que les “resolverá muchos problemas y quebraderos de cabeza”. De ahí a la Marca de la Bestia, sólo va un paso. Llegará un día en que una mayoría de las gentes de este planeta desearán que se les coloque la Marca de la Bestia. Habrán sido terriblemente engañados, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. 


Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia (2 Ts. 2: 10-12) Aviso para los que se quedarán Si usted, aun y diciéndose cristiano, se queda en tierra cuando el Señor Jesús venga a por nosotros, no desespere. 


No se deje engañar más por los falsos maestros dominionistas que quedarán y argumentarán que los que se fueron son la cizaña. Huya de ellos; ¡abandónelos! (2 Ti. 3: 5), porque van detrás de su alma. Vuélvase a Cristo de todo su corazón, mente y fuerzas, y jamás se deje colocar la Marca, aunque con ello le pueda costar la vida física. Posiblemente, a usted le apresarán y le matarán (Ap. 13: 7), pero usted salvará su alma. Muriendo en Cristo, tenga la seguridad de que subirá directamente a Su encuentro en los Cielos, para reinar con Él (por favor, lea Ap. 20: 4). 


Miguel Rosell Carrillo, Pastor de Centro Rey, Madrid, España

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